La consecuencia más directa de la insuficiencia venosa es el aumento de presión dentro de la vena enferma y esto tiende a provocar su dilatación. En el Sistema Venoso Profundo esta tendencia puede estar en parte contenidas gracias al trabajo de la musculatura que rodea a sus venas. Sin embargo, no hay prácticamente nada que dé soporte al SVP. Por eso, cuando la insuficiencia venosa tiene lugar en él (que es el caso más frecuente), las venas que lo componen tienden a dilatarse manifiestamente. Y como estas venas están localizadas debajo de la piel - donde solamente se interpone un poco de tejido laxo y graso que llamamos tejido celular subcutáneo -, su dilatación la empuja, protruyendo hacia afuera y haciéndose visibles en forma de “bultos” o “cordones”: esto son las várices.
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